Salsa de peras y langostinos al pisco, de El Kapayac en Miraflores. Hace años que no sentía un sabor así, que empezara de un modo, y se transformara con variaciones sutiles hasta llegar al final del bocado. Un platillo adictivo, sabia elección de mi madre.
2 comments:
"Siguiendo con la política de ya no colgar los memes que crecieron en mi cerebro en mi blog sino en los comments de otros bloggers creo que este es un buen nicho para esto que escribí ayer:", dijo la voz de mierda una vez más.
Significado y placer
La literatura crea visiones y audiciones dotadas de significados. Debido a que a través de estos sentidos el hombre comienza a preocuparse por el estado exterior de sí mismo. La literatura narrativiza el instante, tejiéndolo, hilvanándolo, de la misma forma como lo hacen las arañas con sus presas para poder luego digerirla, comprenderla y en media instancia también disfrutarla.
Sin embargo, en el caso peruano notablemente influido por la gula, la atragantada forma de tratarlo todo, atarantamiento, las comas ya ni sirven para nada. Solo queda el sinlogismo sofocletiano para tratar el entendimiento o los vestigios de aquella primitiva forma de devenir que es la interpretación. Hacemos esto por placer y punto, como quien se empuja un rico cevichito. Sentimos en la lengua el sinsentido, el absurdo caótico y carente de significado de un sabor exquisito y nos deleitamos en la fruición absolutamente insignificante, debido a que lo más probable es que en su estado sublime la interpretación pierda significantes, debido tal vez a la desidia, al desinterés o a la incapacidad de encontrar un lenguaje común, más allá de la jerga sensual placentera (sexo-comida). No hay forma de pensar racionalmente. La comida nos ha vencido, tenemos ganas de comer de todo y no de andar pensando en cómo contarles a los demás a qué sabe; pero aprendemos bien la técnica para invitar a nuestros amigos a comer a casa.
Saludos, bestias salvajes del expacio
waaaau...ñam ñam ñam ñam ñam este blog me devuelve el apetito!
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